En 1901 fue la admisión de Laura entre las Hijas de María, el 8 de diciembre, a conclusión del Mes de María. Julia Amanda afirma: “El día en que Laura recibió la cinta de Hija de María fue uno de los más felices para ella!” Ella misma concluye observando: “En el féretro estaba vestida de Hija de María”. Vestida de blanco, con una faja azul, la aspirante se acercaba al sacerdote, que le entregaba la cinta celeste con la medalla y el manual de Hija de María, mientras le decía: “Recibe esta cinta y esta medalla como insignia de María Inmaculada y señal externa de tu consagración a esta dulce Madre. Recuérdate que llevándola debes demostrarte como su digna hija en la inocencia y la santidad de vida”. ¿Quién diría que, veintiséis meses más tarde, con esa misma cinta, revestida del mismo vestido blanco y faja azul, sería llevada a su tumba por las compañeras y por la multitud del pueblo? Esta es la cinta que aparece en la imagen con que se ha querido divulgar su figura, inmortalizando su condición de Hija de María.
La Pia Unión de la Hijas de María es una asociación de niñas y jóvenes católicas que aún no han elegido estado, y que buscan imitar en todo a la Santísima Virgen a través del cumplimiento de sus deberes en la vida familiar y parroquial; y que luego de un tiempo de probación, se consagran a su Santísima Madre como sus Hijas predilectas, sin ningún otro lazo que las ate más que el de un inmenso amor a su Inmaculado Corazón, la búsqueda de la perfección cristiana y la imitación de sus admirables virtudes.