La Pia Unión de la Hijas de María es una asociación de niñas y jóvenes católicas que aún no han elegido estado, y que buscan imitar en todo a la Santísima Virgen a través del cumplimiento de sus deberes en la vida familiar y parroquial; y que luego de un tiempo de probación, se consagran a su Santísima Madre como sus Hijas predilectas, sin ningún otro lazo que las ate más que el de un inmenso amor a su Inmaculado Corazón, la búsqueda de la perfección cristiana y la imitación de sus admirables virtudes.

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"Qui me invenerit, inveniet vitam et auriet salutem a Domino" (Quien me encuentra, encuentra la Vida y alcanzará de Dios la Salvación).Prov. 8,34

10 may 2014

Santa María Mazarello, Ilustre Hija de María




Santa religiosa que fue hija de María, y a su vez, fundadora de una de las congregaciones más grandes para la Iglesia: «Santa María Mazarello», Hijas de María Auxiliadora. Cuando tuvo edad comenzó a ir a la catequesis y a los 15 años, por invitación de Ángela Maccagno, ingresó al primer grupo de la Pía Unión de las Hijas de la Inmaculada. La pertenencia a esta asociación le dio la oportunidad de profundizar la devoción mariana. La Virgen se convirtió en el ideal de vida consagrada y apostólica. Entonces su compromiso se intensificó y se extendió a las jóvenes, a las madres de familia y a los enfermos del pueblo. Perteneció a ellas durante dieciséis años que dejaron huella en la joven María.

"Su Primer Encuentro con Don Bosco"

1863 es un año muy revuelto, por lo visto. María empieza a coger a niñas internas, abre una pequeña casa los fines de semana… Y en otro lado de Italia D. Bosco tiene un sueño. Sí, otro de sus sueños. Esta vez sueña que ya está bien de dedicarse sólo a los niños, las niñas también necesitan ayuda.

Y, casualidad, a los pocos días se encuentra con Don Pestarino el párroco del pueblo. Y hablando, hablando… le habla de María y su asociación. D. Bosco, que comprende que es lo que deseaba, empieza a maquinar… Promete ir al pueblo. De momento da al cura una medalla de Mª Auxiliadora para cada una de las jóvenes que trabajan con Maín, que era el nombre que daban a María Dominica Mazzarello.

¡Una medalla! ¡Vaya cosa! ¿Vaya cosa? Pensar que cuántas cosas consiguió Don Bosco pidiéndoselas a María Auxiliadora. Y un día Don Bosco se presenta con la banda de sus chicos . ¡La que se armó! Como ya era famoso, hasta adornaron el pueblo. Conoce y saluda a María y sus amigas, cuando se va, lanza una propuesta al pueblo: ¿Por qué no hacéis un colegio? La cosa cuajó. Y todo el pueblo se puso a construir el colegio para Don Bosco.

La verdad es que pasaron mucha hambre, viviendo como podían; pero como tenían claro lo que querían, siguieron adelante. Mientras tanto, el colegio está acabado y Don Bosco viene a bendecirlo. Cuando se entera de cómo viven las chicas, dice para sus adentros: ¡Ya está! Estás son las de mi sueño. Se encargarán de las chicas como yo de los chicos. Y les manda un reglamento.

Mientras, María y sus compañeras de Asociación deciden ir a vivir juntas, en comunidad, y así poder atender mejor a las niñas. Pero los padres de María se niegan. Don Pestarino intercede y les convence. ¡Empieza una nueva época para ellas! Eligen a María “directora”. Ella no quiere. ¡Si casi no sabía leer y escribir! Pero insisten tanto…que por fin acepta. Poco después llama a Don Pestarino para preguntarle cómo ve que las Hijas de la Inmaculada se conviertan en las Hijas de María Auxiliadora; es decir, que sean las Fundadoras de la Congregación de las Salesianas… Y para empezar, que el colegio que habían hecho será para las chicas. ¡¡¡La que se armó en Mornese!!! Con lo que les había costado hacer el colegio ¡Iba a ser para mujeres! Fue la guerra. Hasta piedras les tiraron. Pero como toda obra que es de Dios, dio frutos que perduran hasta nuestros días.

Su fiesta se celebra el 13 de mayo, mismo día en que se aparece su amada Madre  celestial a unos pastorcitos en tierras portuguesas.